La vida es como una noria,un instante arriba,un instante después abajo.

Me prometí a mi misma que no me volvería a pasar jamás,

que nunca más permitiría que me pasaba de nuevo,

me prometí que no me volvería a ver llorar,

me prometí que jamás volvería a querer a nadie que hiciese referencia a una pareja,

me juré que nunca más me iba a volver a ver mal por culpa de nadie,

que no iba a permitir que me hundiese nadie,

que no iba a permitir que me hiciesen el vació o me ignorasen,

me juré y perjuré que jamás iba a volver a arrastrarme,

y aquí me ves pensando porque aún no me llama,

pensando en cada una de las palabras que nos dijimos para averiguar si realmente dije algo malo,

no me siento culpable,

no creo tener culpa de nada,

pero si me siento decepcionada,

decepcionada no de nadie,

sino de mi misma,por volver a creer,

por volver a pensar que con querer a alguien se encuentra la felicidad,

y realmente querer a alguien es arriesgarte a que encuentre todos y cada uno de tus fallos y antes de que aprenda a quererlos tener que cambiarlos,

querer a alguien es poder entenderlo,

poder comprender porque se va cuando te detrás le hablas,

y yo hoy por hoy no puedo entender ni porqué motivo le hablo detrás mientras él se va en vez de mantenerme con la cabeza bien alta y dejar que se marche,

y lo peor es que tampoco puedo entenderlo a él..

Y me niego a pintarme una sonrisa y hacer como si nada hubiese sucedido,

la vida hay que afrontarla como venga y si vienen problemas no voy a hacer como si no estuvieran,

aunque sé que hay un 50% de probabilidades de salir perdiendo,

prefiero tener valor y afrontarlo.